lunes, 31 de enero de 2011

Ayer fuí,...

Hace frío, pero un frágil y tímido sol extiende sus rayos entre los huecos que le dejan algunas nubes para llegar hasta algunos rincones de este lugar donde me encuentro, mi tejado.
Me he sentado para que esos ténues rayos de sol descubran mi rostro. Es agradable, relajante y cierta nostalgia en forma de recuerdos me viene del pasado cuando en mi niñez jugaba con esa luz que tenía el sol de primavera en las aterciopeladas tardes, en las que después de comer saboreaba una mandarina en un patio lleno de macetas.
Cerraba los ojos después de mirar al sol y podía ver su forma reflejada tras mis párpados mientras todo se tornaba de un color naranja como aquella fruta que mondaba mientras tanto.
El sol me daba en la cara y ahora siento lo mismo que sentía en aquella ocasión. El calor en mi rostro, la luz cegadora que impedía que abriera los ojos y allí me quedaba, sentado, sin pensar nada y disfrutando de aquel mágico momento y el sabor dulce de los gajos de aquella pequeña fruta de gran sabor.
Hoy he vuelto a aquel pasado de un niño que se aferraba a aquella luz mágica y que le sirvió para crear en su mente tantos cuentos, tantas leyendas, tantas historias. Aquella luz del sol a través de mis párpados era el foco que alumbraba el escenario del teatro de mis historias; cuentos sin final, algunos, otros con final amargo y los menos con final feliz pero llenos de sorpresas que cambiaban una y otra vez el término del mismo.
Ayer fuí aquel intrépido caballero que tras luchar con feroces drágones, cruzar frondosos bosques, atravesar peligrosos ríos y subir altas y empinadas montañas en las que resbalaba una y otra vez, al llegar al castillo y subir hasta el torreón más alto, la dama ya no estaba, quizás otro caballero ya la había salvado.
Ayer fuí aquel luchador que después de atravesar una tras otra vez las líneas enemigas, salvar encarnizadas batallas con el adversario, esquivar balas asesinas y tras llegar al fuerte enemigo, todo estaba abandonado y desolado sin haber servido de nada la cruel batalla.
Ayer fuí aquel niño lleno de sueños, de historias inventadas en las oscuras noches de monstruos engendrados. Sueños rotos, mosntruos de verdad que transforman la resplandeciente luz del sol en mis párpados cerrados en verdaderas historias de finales infelices,...

jueves, 13 de enero de 2011

Tras la niebla,...

Niebla, espesa, profunda. Casi puede cortarse como una gran nube de algodón. En ella, figuras, formas sin forma que se confunden con el espacio. Niebla sin espacio, no encuentro los límites y esas sombras aparecen y desaparecen como lo hacen los fantasmas del pasado. Fantasmas, sombras, pensamientos que aparecen ante mi y desaparecen en la niebla. Salgo tras ellos, pero es imposible cogerlos. A medida que se introducen en la niebla es más dificil alcanzarlos. Cade

miércoles, 5 de enero de 2011

Pedro Pan

Dejadme que españolize a este personaje, Peter Pan, en un día especíal para los niños como es el día de Hoy. Magía, ilusión, risas, nervios,... niños aún dormidos que mañana se levantarán para ver esos juguetes, esas ilusiones después de una noche de nervios.
Desde mi tejado veo gente con bolsas, entrando y saliendo veloces de tiendas. Se acaba el tiempo y aún les faltan algúnos regalos que comprar. Ese detalle con el que hará feliz a ese amigo, a esa amiga o a ese familiar que se lo merece.
Regalos que nos empuja a comprar la publicidad, la televisión, los atractivos escaparates que nos llaman a voces para que consumamos, para que en ocasiones, gastemos ese dinero que no tenemos, pero que por arte de magia aparece todos los meses en un trozo de plástico con el que realizamos nuestras compras.
Pero voy a volver a los verdaderos protagonistas de este pensamiento que hoy comparto con vosotros, a los niños, a ese Peter Pan que me esfuerzo cada día por no dejar escapar. Tengo miedo a perderlo, a perder ese niño que todos llevamos dentro y que nunca tendriamos que dejar que se fuera volando. Ese niño, es el que nos hace ver la vida, como eso, como niños, con ilusión, esperando que la propia vida nos haga algún truco de magía para hacernos reir y olvidar que la vida es para la gente mayor, con sus problemas, sus disgustos, sus pesares,... y que aunque hay que tenerlos presente, pero si los vemos con nuestros ojos de niños, no los veremos tan graves como a veces nos parecen.
¿Qué pedirles a los Reyes Magos?, No entraré en el típico tópico de desear salud, dinero, trabajo. Dejadme que escriba a estos seres y les pida un sólo deseo; Que no pierda nunca nada de lo que tengo y que no deje jamás de reconocer en la mirada de las personas a las que quiero el amor que me tienen.
Esta noche, junto a mis niños seré Peter Pan y soñaré junto a ellos, me ilusionaré con ellos y viviré la magia de este día tan especial, esperando a que mañana bajo nuestro árbol siga habiendo en una de las cajas un poco de Amor para que sigamos unidos y que cuando volvamos al país de Nunca Jamás sigamos siendo los niños que algunos se empeñan en perder para hacerse adultos,...

martes, 4 de enero de 2011

Si no vengo,...

No olvido este rincón, no olvido subir a mi tejado. Si vienes y no me ves, no es porque me haya olvidado de venir, si no porque no quiero sentirme en la obligación de venir todos los días, si no cuando me apetezca. Cuando te sientes obligado a hacer algo, no lo haces con gusto y el subir a mi tejado y sentarme de vez en cuando a pensar, a meditar, a hablar o simplemente a no hacer nada, para mi es algo que me gusta hacer y quiero que sea así, por eso no quiero sentirme en la obligación de hacerlo todos los días. De todas maneras, si a ti te apetece venir por aquí y sentarte, aunque yo no esté, hadlo. Sabré que has estado aquí y si dejas algún comentario o pensamiento mucho mejor, porque desde mi tejado, tus palabras llegarán hasta donde tú quieras que lleguen,...